He estado un poco deprimido últimamente.
Espera... ¿lo he dicho en voz alta?
No importa. Es verdad de cualquier manera. Es verdad. Soy terapeuta, y he estado deprimido últimamente. En realidad es notable lo predecible que es este tipo de cosas para mí.
Ya sea que celebremos el Adviento, Hanukah, Kwanzaa, la llegada de San Nicolás o la reunión familiar a la vieja usanza, es natural que esperemos esta época del año con esperanza y entusiasmo en nuestros corazones.
Pero a veces toda esa esperanza y entusiasmo pueden empezar a parecerse mucho a las expectativas. Esas que inevitablemente conducen a la decepción, la frustración o la tristeza. Parecen especialmente potentes durante las vacaciones.
En algún momento habrás pensado que te pasa algo porque no consigues ser feliz.
Por muchos libros de autoayuda que leas, consejeros con los que hables o medicamentos que tomes, la felicidad no se mantiene.
Experimentas momentos de alivio de la infelicidad, pero siempre acabas volviendo al punto de partida.
¿Estás descontento? Únete a la fiesta...